PERMITIR (un poema)

Un bello y sabio poema, donde se expresa algo tan díficil para nuestra mente acomodaticia: ACEPTAR y SOLTAR.  Aceptar lo que viene, dejar ir lo que se va, ya sea grato o ingrato, fácil o duro, regalo o pérdida; es decir, PERMITIR los vaivenes de la ruleta de la vida, abrirnos a lo que llega, dejar marchar lo caduco. Lo que viene conviene, diria el refrán.

avionPapel

A la vida no se la puede controlar.

Trata de acorralar a un rayo,

o de dominar a un tornado.

Detén a un río y creará un nuevo cauce

Resiste y la marea te hará caer.

Permite y la gracia te aupará a un nivel superior.

La única seguridad reside en dejar entrar a todo:

lo salvaje y lo débil; el miedo,

las fantasías, los fracasos y el éxito.

Cuando la pérdida arranca las puertas del corazón,

o la tristeza encubre tu visión con desesperanza,

La práctica consiste sencillamente en soportar la verdad.

Si escoges abandonar tu forma conocida de ser,

Todo el mundo se revela ante tus ojos nuevos.

                        (DANNA FAULDS)

El pequeño pez (un cuento)

 

 ocean

“Usted perdone”, le dijo un pez a otro, “es usted más viejo y con más experiencia que yo y probablemente podrá usted ayudarme. Dígame: ¿dónde puedo encontrar eso que llaman Océano? He estado buscando por todas partes, sin resultado”.

“El Océano”, respondió el viejo pez, “es donde estás ahora mismo”.

“¿Esto? Pero si esto no es más que agua… Lo que yo busco es el Océano”, replicó el joven pez, totalmente decepcionado, mientras se marchaba nadando a buscar en otra parte.

 ***************

 Se acercó al Maestro, vestido con ropas sannyasi y hablando el lenguaje de los sannyasi: “He estado buscando a Dios durante años. Dejé mi casa y he estado buscándolo en todas las partes donde Él mismo ha dicho que está: en lo alto de los montes, en el centro del desierto, en el silencio de los monasterios y en las chozas de los pobres”.

“¿Y lo has encontrado?”, le preguntó el maestro.

“Sería un engreído y un mentiroso si dijera que sí. No; no lo he encontrado. ¿Y tú?”.

¿Qué podía responderle el Maestro? El sol poniente inundaba la habitación con sus rayos de luz dorada. Centenares de gorriones gorjeaban felices en el exterior, sobre las ramas de una higuera cercana. A lo lejos podía oírse el peculiar ruido de la carretera. Un mosquito zumbaba cerca de su oreja, avisando que estaba a punto de atacar… Y sin embargo, aquel buen hombre podía sentarse allí y decir que no había encontrado a Dios, que aún estaba buscándolo.

Al cabo de un rato, decepcionado, salió de la habitación del Maestro y se fue a buscar a otra parte.

****************

Deja de buscar, pequeño pez. No hay nada que buscar. Sólo tienes que estar tranquilo, abrir tus ojos y mirar. No puedes dejar de verlo.

(inspirado en  El canto del pájaro de Anthony de Mello )

Estrés laboral y mindfulness

estres

Mindfulness – o atención plena- es prestar atención de manera deliberada, ser totalmente consciente de lo que sucede tanto en tu interior – en el cuerpo, el corazón y la mente- como fuera, en tu entorno. Mindfulness es consciencia sin juicio de valor ni crítica.  (J. Chozen Bays)

La atención plena empezó a difundirse en Occidente a finales de los años 70 a través del Programa de Reducción de Estrés basado en Mindfulness en el hospital de la Universidad de Massachussets, en el que se enseñaba a pacientes con dolor crónico a relacionarse con el estrés producido por la enfermedad con una actitud de consciencia, apertura  y aceptación de sus vivencias . Este programa tuvo un seguimiento científico, comprobando sus buenos resultados en este ámbito de la salud. Hoy día se está aplicando mindfulness en muy diferentes medios incluido el laboral.

Suelen confluir en el ámbito laboral diversos factores relacionados con el estrés como son la falta de tiempo y exigencia de resultados, la multitarea, el exceso de información, relaciones personales competitivas y jerarquizadas, etc. A todo esto se puede añadir la necesidad de tener un sueldo y querer mejorar la propia situación vital.

El estrés, palabra que tiene connotaciones negativas,  es simplemente una reacción mental y física a una amenaza o cambio. Dado que todo está en una continua dinámica de cambio, estamos sujetos a experimentar estrés, el cual está menos relacionado con los hechos que con la manera como los percibimos.  Así, a cada uno le afectan las mismas situaciones de modo muy diferente.

Por lo tanto, los cambios y nuestra correspondiente adaptación son algo natural. Podemos adaptarnos bien o reaccionar con desajuste .  Cuando hay mala adaptación se producen efectos en nuestro organismos que se van acumulando:  ansiedad, problemas  de atención, tensiones musculares, deterioro de la salud, alteraciones del sueño, frustración, baja energía, etc.

A veces vivimos demandas de trabajo muy exigentes que nos ponen en situación de alarma. Pero incluso podemos vivir malestar laboral en la rutina, la cual podemos aceptar con naturalidad o  bien desde un patrón de obligación y sentirnos agobiados en una gestión repetitiva. La atención plena nos puede ayudar a liberarnos, conectando con el cuerpo y el momento presente, a salir del piloto automático, de los esquemas habituales de la mente.

Cada cual tiene sus propias pautas o maneras de percibir y reaccionar cuando hay dificultades. Por ejemplo puede que un compañero o un jefe haga las cosas de un modo que nos exaspera ( puedo pensar algo así como: si  hiciera las cosas a mi modo en lugar del suyo, todos estaríamos más contentos y seríamos más eficaces). Con atención plena me puedo dar cuenta que se trata de un juicio  y puedo ser más abierto a otros modos de actuar. A veces podemos buscar soluciones ante  las situaciones que se presentan, a veces solo podemos aceptar.

Puede ser difícil ser abierto y tolerante con otros, pero suele ser aún más difícil con uno mismo. Exige mucho entrenamiento. Cuando uno se detecta cayendo en viejos patrones, es conveniente parar y notar las emociones que se mueven, las historias que genera la mente, que tensan el cuerpo. Pero es importante no culparnos, reconocer su carga negativa, aceptar que están ahí, y tomar la decisión de tomar el mando, en lugar de ser arrastrados. Cuando nos paramos a examinar como respondemos a las situaciones difíciles, creamos un espacio para nuevas respuestas más flexibles y creativas.  Antes de enfrentar reacciones de patrones más resistentes y arraigados, podemos empezar por poner consciencia en pequeños automatismos para entrenarnos de modo gradual

Es importante comprender que en la reacción de estrés los pensamientos, emociones y sensaciones corporales están conectados. Tomar conciencia de todo ello es clave para interrumpir los ciclos de estrés.  Distinguir lo que está ocurriendo de nuestra reacción ante ello, facilita que no nos arrastre y podamos manejarlo.

Por ejemplo ante el pensamiento de  “aquí viene otra vez mi supervisor, seguro que quiere fiscalizar otra vez mi trabajo” quizá noto una reacción de tensión en mi cuerpo que puedo definir como frustración.  Si decido observarme, respirar haciendo una pausa, puedo optar por una respuesta nueva, como por ejemplo aquí viene mi supervisor, voy a tratarle con curiosidad, sin juzgar, como  si fuera la primera vez.

La atención plena interrumpe las respuestas condicionadas que impiden explorar nuevas posibilidades. Cada vez que observamos un impulso sin reaccionar (por ejemplo el impulso de enfadarse ante los comentarios de un colega) debilitamos las conexiones neurales relacionadas y por tanto  el condicionamiento.

Por otro lado, explorar nuestras reacciones mentales ayuda a mejorar las relaciones. Cuanto más se comprende cómo funciona la propia mente más se pueden comprender las mentes de otros.. La atención plena tiende a aumentar la empatía y la conexión.

(lectura para profundizar: Vencer el estrés con mindfulness de S. Alidina)

Alternativas de alimentación

 

vegana

Podemos aprender a nutrirnos y a ser más conscientes en el acto de alimentarnos. Pero más que leer teorías o estudios profundos,  necesitamos experimentar en la cocina y en la mesa con el comer atento, y abrirnos a una dimensión más amplia de conciencia.

Desde un planteamiento de conciencia podemos optar por una alimentación distinta en base a tres criterios:

  • Conciencia de salud: Que alimentación me proporciona un nivel energético superior, y el nivel más bajo posible de enfermedad. En general se considera más sana una dieta baja en toxinas y productos químicos, más cercana a los productos vegetales y frutas, con más fibra y vitaminas.
  • Conciencia ética basada en evitar el abuso y explotación animal innecesario.
  • Conciencia ecológica. Se trata de hacer poca huella ecológica, ahorro de energía, agua y recursos, en nuestra opción. Nuestras opciones tienen un efecto a nivel global. De entrada si tenemos conciencia más integradora podemos considerar si el alimento consumido es ecológico.  Es una elección alimentarse desde una integridad global teniendo en cuenta la naturaleza (lo local y de temporada)….

Podemos elegir una opción alimentaria, distinta a la que nos ofrece nuestra cultura omnivora y consumista, en base a todos estos criterios. Algunas opciones encierran toda una filosofía de vida como la macrobiótica, la alimentación ayurvédica, o el higienismo. Tenemos opciones alimentarias como el vegetarianismo, el veganismo,  frugivorismo o crudiveganismo, que prescinden total o parcialmente de productos de origen animal.. Cada opción alimentaria supone  una apertura, un descubrimiento y el reto de poder soltar viejos hábitos y creencias.

El cambio de alimentación debe ser  un proceso de consciencia y experimentación, que conviene hacerlo según nuestro ritmo, evitando rigidez o dogmatismos.  Al final una vez superado un proceso necesario de adaptación, su validez la otorga un nivel de bienestar o calidad de vida superior.

 

Instrucciones para un yoga físico consciente

yoga

Al realizar la práctica elige un lugar y un momento propicio, una habitación con un ambiente agradable en donde no puedas ser molestado y un momento para ti en el que practicar sea la cosa más importante. Acuéstate en una esterilla que te proteja de la dureza del suelo, presta atención al flujo de tu respiración y su influencia a lo largo del cuerpo.

Te proponemos que mientras estás en cada postura, seas consciente de las sensaciones que estás experimentando en varias partes de tu cuerpo y, si quieres, puedes utilizar la respiración para relajar y estirar las partes más directamente involucradas. La idea es relajarse en cada postura lo mejor que puedas y respirar conscientemente durante todo el proceso.

La ejecución de las posturas es lenta para facilitar el estado de concentración y minimizar los riesgos anatómicos. Si alguno de los ejercicios corporales que se basan en lo que todo el mundo asume como hatha yoga no son aptos para ti, deberías eliminarlos de tu práctica. Consulta con tu doctor o fisioterapeuta sobre posturas particulares si tienes problemas físicos. Ésta es una práctica en la que tienes que usar tu juicio y tomar responsabilidad por tu propio cuerpo.

No te involucres en una competencia contigo mismo, y si lo haces, nótala y déjala ir. El espíritu del yoga es el espíritu de aceptación de uno mismo en el momento presente. La idea es explorar tus límites suavemente, con cariño y respeto a tu cuerpo. No es intentar romper los límites de tu cuerpo por querer transformarlo en un ideal. Eso puede ocurrir en forma natural si mantienes la práctica, pero si tiendes a forzarte más allá de tus límites del momento en vez de relajarte en ellos, puedes terminar dañándote. Esto simplemente pondría hacerte retroceder y desanimarte sobre el mantener la práctica, en cuyo caso podrías encontrarte culpando al yoga en vez de ver que fue tu actitud de intentar lograr algo la que te llevó a excederte. Ciertas personas tienden a entrar en un círculo vicioso de excederse cuando se sienten bien y con entusiasmo y luego no poder hacer nada durante un tiempo y desanimarse. Es importante no alterar intensamente el ritmo cardiovascular y respiratorio, por ello, en la práctica de yoga se tiende a descansar entre postura y postura.

Con respecto a tu respiración hay una tendencia general que te ayudará si la tienes presente mientras haces yoga. La primera es que espires cuando haces cualquier movimiento que contrae el vientre y la parte delantera del cuerpo e inspires cuando haces cualquier movimiento que extiende la parte delantera del cuerpo y acorta la espalda.

Las posturas en yoga siempre duran un tiempo determinado para permitir la relajación del cuerpo y plena consciencia de cada parte involucrada. Si te encuentras esforzándote y luchando con ella, recuerda el dejarte ir, relajarte, para ello, una de las estrategias más importantes es utilizar la respiración. Aprovechando el impulso de la espiración para relajarse y a través de la gravedad encontrar la arquitectura más propicia y efectiva en la postura y el impulso de la inspiración para tomar vitalidad y hacer los ajustes necesarios para encontrar una postura más cómoda y estable. A través del impulso de la inspiración se extiende la postura en todas las direcciones hasta encontrar el grado óptimo de expansión corporal. Al principio descubrirás que estás esforzándote inconscientemente en muchas áreas mientras estás en una posición particular.

Después de un rato tu cuerpo comprenderá esto de alguna manera, y te encontrarás cómo el cuerpo se relaja y adecua la postura. Trata de no usar ningún músculo que no necesite involucrarse en lo que estás haciendo. Por ejemplo, podrías practicar relajar tu cara cuando te das cuenta que está tensa.

Trabaja en o dentro de los límites de tu cuerpo en todo momento, con la intención de observar y explorar el límite entre lo que tu cuerpo puede hacer y donde dice “Detente por ahora”. Nunca te estires más allá de este límite al punto de llegar al dolor. Un poco de incomodidad es inevitable cuando estás trabajando en tus límites, pero necesitarás aprender a entrar a esta saludable “zona de estiramiento” despacio y con atención, para que estés nutriendo y liberando tu cuerpo, no dañándolo al explorar tus límites.

La forma de evitar dañar el tejido corporal y poner en peligro las articulaciones durante la práctica es hacerla con un respeto consciente a las señales y mensajes que el cuerpo te envía. Estos mensajes te dirán lo que necesitas saber sobre el estiramiento correcto y la correcta ejecución. Cuando te encuentres con una restricción en cualquiera de los ejercicios, dale la bienvenida: es el lugar donde comenzarás el aprendizaje sobre ti mismo. Al principio, en todo ejercicio, te encontrarás con un rango de movimiento fácil, describe la zona en la que la articulación se mueve libremente. Cuando te sales de esta zona encontrarás la primera barrera de resistencia. Ha de ser el primer punto de quietud de tu práctica. Quédate ahí y después, lentamente, deja que el cuerpo se relaje en la nueva zona de estiramiento, más allá de su rango habitual pero nunca tan lejos que pongas al cuerpo en peligro o lo dañes. Debes sentir un estiramiento que te sitúe justo en el límite último de tu zona de confort total y entonces detenerte.
Cualquier sensación de incomodidad extrema o dolor significa que has llevado el cuerpo a una zona de peligro y lo estás poniendo en riesgo. No hay nada que ganar forzando al cuerpo tan lejos: los músculos no se pueden estirar en esta zona; de hecho, rápidamente empiezan a acortarse intentando proteger las articulaciones a lasque sirven.

Encuentra lentamente los lugares de resistencia a la postura. Si dejas que la mente se aquiete lo suficiente, estos lugares se hacen obvios. Es imposible liberar esta resistencia con un acto de la voluntad: liberarse sólo se puede conseguir rindiéndose. Este observar, esta observación, es el punto de equilibrio. Es en este punto de equilibrio cuando tiene lugar la magia del Yoga: se abren nuevos caminos corporales que somos capaces de experimentar muy directamente.

 

La práctica de yoga físico

guerrero

Un programa de yoga físico es una poderosa práctica de relajación somática; a través de los diferentes tipos de movimientos y posturas de estiramiento, la musculatura esquelética se destensa y renueva su tono. Esto no solo repercute en la mejora general del cuerpo y la re-educación postural, sino que también influye positivamente en el estado nervioso y en la experiencia subjetiva de la vida.

Relajar el cuerpo es relajar la mente. La práctica de yoga físico hace aumentar la consciencia corporal, capacidad necesaria para equilibrar el tono nervioso y con ello manejar positivamente las circunstancias estresantes. El aumento de la consciencia corporal es un primer reencuentro con nuestro estado subjetivo. Nuestras tensiones y contracturas muestran una forma de relación con el cuerpo y con el entorno, la forma y la cualidad del movimiento es una manifestación de un estado interno y la relación con las sensaciones agradables y desagradables muestra una tendencia que se repetirá en todo lo que nos acontece. Si se cultiva conscientemente la cualidad de apertura hacia todo tipo de sensaciones, neutralizando las resistencias que se forman por apego y aversión, se estará educando activamente una forma de relación con la vida, fluida y feliz.

La evolución en la práctica de yoga no lo marca la posibilidad de hacer posturas cada vez más complejas, sino la capacidad de concentrar el flujo de la atención en las sensaciones corporales y respiratorias. Esta capacidad conlleva permanecer en un estado de atención plena en el cual los pensamientos y emociones forman parte de la experiencia, sin por ello ser el centro o causar una fijación de la atención en ellos. No hay una identificación con el drama personal, por el contrario, los pensamientos y sentimientos se observan como eventos transitorios en la mente, sin dar por sentado una realidad implícita y sin reaccionar por ende, con el patrón habitual que suscitan.

Se puede hablar de un doble proceso de aprendizaje, uno horizontal y otro vertical. En el proceso horizontal se aprenden posturas, la correcta ejecución y las formas de respiración en cada una de ellas. En este proceso es esencial el cuidado anatómico de cada movimiento y posición. En el proceso vertical se evoluciona hacia una experiencia más rica y profunda de la práctica, a través de un aumento de la atención, la sensibilidad y el interés, la práctica se transforma en un medio hábil para crear un estado de introspección profunda. Este proceso está caracterizado por la repetición de las posturas en un estado de atención plena, en este estado es posible la emergencia de características  significativas y transformadoras para el individuo.

(texto original de Dhammasati)

La sabiduría de la no evasión

no evasion

 Pema Chodrön es una monja budista estadounidense, directora de Gampo Abbey, el monasterio fundado en Nueva Escocia por el gran maestro Chögyam Trungpa. En la primavera de 1989, dirigió un dathun (práctica de retiro de un mes de duración) en dicho monasterio. Las charlas que dio en este retiro,  se recogen en el libro que ahora comentamos titulado La Sabiduría de la no-evasión.

El propio título del libro y su prólogo nos muestran ya la síntesis de la obra: El libro lleva como subtitulo “la senda del amor compasivo que lleva a la liberación”, y efectivamente Pema Chodrön con sus enseñanzas  va despertando nuestra conciencia para emprender un camino, el del amor compasivo, a través del cual llegar a aliviar el sufrimiento humano de uno mismo y el de todos los seres humanos. Esta es la senda que nos va a  conducir a la liberación. Es una senda de no lucha, de no enfrentamiento con el sufrimiento, sino que por el contrario es una senda para permanecer con él, dónde no cabe la evasión.

A través de los 18 capítulos de que consta el texto va adentrándose enseñándonos como hacer ese camino, mostrándonos los errores, los significados, los obstáculos que vamos a ir encontrándonos y también los pasos que vamos a tener que ir dando hasta lograr la liberación.

En los primeros capítulos, nos habla del Amor Compasivo, el Maitri, que nos abrirá el camino y nos llevará a la Alegría, y el cual tenemos que recorrer  con curiosidad en conocernos,  suavidad (bondad)  precisión (claridad) y apertura (soltar). Nos ilustra sobre los errores comunes a todos los seres humanos, como son la huida del sufrimiento buscando el placer, y el deseo de ser mejores.

El deseo de sólo querer el placer huyendo del sufrimiento nos lleva a una espiral que acrecienta el sufrimiento. El deseo de mejorar o de cambiar,  no es sino una auto agresión que nos hacemos a nosotros mismos. En lugar de intentar mejorar, cambiar o liberarnos de lo que somos o de lo que estamos haciendo, es mejor encauzar nuestra vida a hacernos conscientes de lo que somos y de lo que hacemos.  Se trata esencialmente de observar con claridad, precisión, suavidad, bondad y compasión nuestras limitaciones y soltarlas después, no aferrarnos a ellas. El error es que no se nos anima a observarlo con claridad y suavidad y por el contrario hay una especie de equivoco fundamental en el hecho de  incitarnos a pensar en que debemos ser mejor de lo que somos, en que tenemos que superarnos, alejarnos de las situaciones dolorosas, y que así seremos felices. Este es un error comúnmente compartido y que nos hace continuar siendo infelices.  En la meditación, se trata de ver nuestras emociones y sentimientos tal como son ahora, en este preciso momento. No se trata de rechazarlas ni intentar ser mejor personas sino de observarlo todo con claridad, precisión y suavidad. Se trata de observar para ver con claridad quienes somos y qué estamos haciendo y éste es el secreto para sentirse mas pleno, menos bloqueado, menos cerrado. Y así la transformación se va presentando por sí sola, sin buscarla, sin metas, y sin prisas. Nuestras limitaciones y errores forman parte de nuestra naturaleza.

Textualmente nos dice “Lo esencial es que nuestra verdadera naturaleza no es un determinado ideal que hayamos de alcanzar. Es simplemente lo que ahora somos y esto es aquello con lo que podemos trabar amistad. Nuestra verdadera naturaleza supone equivocarse continuamente, lo que en lugar de deprimirnos o desanimarnos, en realidad, debe motivarnos”

Para aprender a no aferrarnos nos ofrece una técnica concreta de meditación: la técnica de ser conscientes de la espiración, lo que implica la habilidad de abandonarse al final de la espiración, de abrirse porque durante unos segundos no hay instrucción sobre qué podamos hacer. Exhalamos el aire, que se funde con el espacio y es en este momento cuando uno se abandona por completo.

La autora con sus enseñanzas nos ofrece la oportunidad de traducir en positivo aquellos conceptos que generalmente consideramos negativos. Así nos habla de tomar los errores que cometemos, como motivaciones para avanzar, la renuncia como un aprendizaje para dejar de aferrarnos, un aprendizaje para abrirnos a las enseñanzas del momento presente.

En el capítulo 12, entra ya de lleno con la práctica del Amor compasivo y nos brinda una majestuosa oportunidad para aprender lo que es y como se practica Tonglen.

Nos explica como la práctica continuada de Tonglen nos va abriendo mas y mas el corazón, comprobando cómo el miedo nos hace protegerlo y cerrarlo.  Si en la práctica de Samatta (ser consciente) descubrimos las corazas, en Tonglen vamos más allá: inspiramos el dolor, el sufrimiento y exhalamos, para ofrecer y compartir con los demás, nuestro amor.

Nos ayuda a ver cómo la práctica de Tonglen exige mucho coraje y valentía, ya que se trata de compartir lo gozoso que tenemos, el amor, la alegría, y no quedarnos con ello sino ofrecerlo a los demás, y al mismo tiempo desear sentir e inspirar  tanto el sufrimiento ajeno como el propio. Comparto pues, lo placentero que tengo y me abro para recibir no sólo mi sufrimiento sino también el ajeno. Tal doble intención exige realmente fuerza y valor. Es éste el camino del guerrero, nos dice Pema Chodrön, un camino audaz, con el que se cultiva un corazón valeroso, un corazón que no se cierra bajo ninguna circunstancia, que está siempre y totalmente abierto para poder sentirlo todo.

Tras dejarnos conmovidos con sus enseñanzas sobre la práctica de Tonglen, el camino audaz y valiente del guerrero, nos ofrece como nutrirnos en Maitri, el amor compasivo y nos habla entonces de las 3 joyas que lo desarrollan: Buda, el Dharma y la Sangha.

Los últimos capítulos, que corresponden a sus ultimas charlas en el darhun, los dedica a profundizar en el viaje interior, en las exigencias para realizarlo, en los obstáculos que se encuentran y nos brinda 4 recordatorios para mantenernos en él.

Tiene que haber, nos dice, cierta clase de sincero compromiso con la verdad, querer descubrir el auténtico significado. Se puede hacer desde distintos caminos, pero lo importante es mantenerse fiel a uno y dejar que te cambie en profundidad. Cuando has conectado con su esencia y estás en el viaje, cualquier cosa te habla y te educa.

En la realización de este camino, del viaje del guerrero, se descubre tanto lo agradable como lo desagradable, y una vez se sabe que el propósito de la vida es avanzar sin adormecerse, las situaciones desagradables, que antes podían parecernos obstáculos constituyen energía de vida, retos que te hacen sentir mas humilde y te abren más y más el corazón.

Los 4 recordatorios básicos que nos presenta, para  que nos recuerden que debemos hacer un continuo esfuerzo para volver al momento presente son: 1) nuestro nacimiento humano, al que debemos agradecimiento por el privilegio que representa. 2) la impermanencia,  3) la ley del karma: cada acción provoca un resultado y de uno mismo depende como actúe esta ley y 4) la inutilidad de seguir rodando en el samsara, de seguir buscando lo seguro, cuando lo opuesto es el viaje del guerrero, totalmente abierto a todo lo que sucede, sin encerrarnos ni centrarnos en nosotros mismos.

Cierra su obra con un mensaje final infundiendo ánimo y valor: “Cuando tu vida  está  llena de desdicha emocional, confusión y conflicto, cuando te halles en ese punto recuerda simplemente que estás atravesando toda  esa agitación emocional porque tu acogedora situación se ha visto, en mayor o menor grado,  amenazada”. “Recuerda “nunca os deis por vencidos”.

El libro, todo él, es una auténtica joya. Cautiva la sencillez con la que nos va llevando y motivando para el desarrollo de nuestro viaje interior, dándonos pautas, esclareciendo conceptos y enseñándonos a Amar, que es lo que en realidad significa Tonglen: el deseo de aliviar el sufrimiento ajeno y el deseo de engrandecernos y profundizar en nuestro amor, para ofrecerlo y compartirlo con los demás.

No nos ofrece, por supuesto, un camino fácil, pero sí  un camino de Amor, Liberación y Sabiduría,  y eso mismo, nos da el coraje para emprenderlo y  es lo que nos invita e incita para adentrarnos en él y caminarlo; y cómo la autora nos dice, cuando ya estás en el viaje, cualquier obstáculo es un reto y cualquier cosa, te habla y te motiva.

El mejor homenaje que desde estas líneas se puede hacer a la autora, es concluirlas repitiendo textualmente su mensaje final: “NUNCA OS DEIS POR VENCIDOS”

(elaborado por V. Orriach Navarro)

http://www.aemind.es/critica-de-libros-la-sabiduria-de-la-no-evasion-pema-chodron/

Integrando cuerpo y mente

yoga-cuerpo-mente

Algunos de los frutos de la meditación de la atención plena (o mindfulness) son la estabilidad y claridad mental, que van igualmente asociados  al Yoga físico. Sin embargo cuando duele la espalda, se tiene la digestión pesada o los nervios están excitados, es difícil estabilizar la mente. De la misma manera, cuando la mente está agitada, somnolienta o llena de rabia, se refleja en una mandíbula tensa, hombros caídos, o en un opresivo nudo en el estómago. El cuerpo y la mente necesitan trabajar juntos, armonizar su energía vital para facilitar una mente serena.

Mucha gente se resiste al yoga porque siente rigidez corporal, suelen culpar a su estado físico (estoy muy gordo, muy viejo, muy débil, etc) de las resistencias que ponen de antemano. Todos esos obstáculos necesitan ser observados, reconocidos, comenzando por aceptar el propio cuerpo y su situación, y a partir de ahí ir experimentando, asentándonos en las posturas  con actitud abierta.

A menudo evitamos observarnos: quizá tememos que no nos guste lo que encontremos. Mindfulness (atención plena) aporta una manera de mirarse amable y amistosa. La práctica nos enseña a reconocer cuando la mente y el cuerpo están desconectados, y a conectarlos de nuevo para desarrollar una relación más armoniosa con nosotros mismos y con el mundo. Como este proceso implica descubrir  capas de pensamientos, emociones y patrones repetitivos, es importante tomar una actitud abierta y libre de juicios hacia lo que encontremos.

Esa misma actitud se puede extender en una sesión de yoga, al poner presencia sin añadir estrés. Asistir a una sesión de yoga sería un acto de amabilidad hacia uno mismo. Pero quizá cometemos el error de buscar un estado idealizado de la mente, o queremos lograr  un cuerpo flexible con una actitud de exigencia. Proponemos empezar con lo que hay: trabajar con los pensamientos y emociones según aparecen, aceptando la situación como es; por eso se habla de hacer amistad con uno mismo. Gradualmente llevamos la atención a la respiración, nos anclamos en ella una y otra vez. Esta práctica va creando de forma natural más centramiento y claridad.

Cualquiera que sea nuestro estado corporal, cualquiera sea el estado mental, lo podemos observar con el corazón abierto -aceptación y compasión- y con curiosidad.

Dado que tanto la práctica del yoga  como la de mindfulness tratan de integrar cuerpo y mente, ambas disciplinas se complementan felizmente. La combinación movimiento-quietud y el énfasis en una atención amable hacen del yoga físico una práctica importante en un programa de mindfulness.

Cómo estar solo/a

sola

Estar solo puede dar miedo. A menudo lo evitamos. Pero nacemos y morimos solos ante el misterio. Necesitamos aprender a convivir con nosotros mismos con aceptación, sin sentirnos mal, a descubrir nuestra esencia que es la de todos los seres humanos.Por supuesto, también necesitamos aprender a convivir, a sentir la conexión con otros seres humanos. Son las dos caras de la moneda.

Tanya Davis escribió este poema, lleno de pistas para disfrutar de estar con uno mismo de forma amable y consciente. Puedes verlo  en este video de youtube o leerlo abajo traducido.

 

Si es la primera vez que estás sola, ten paciencia…Si no estás acostumbrada o ya has estado sola antes pero no te sentías bien, tendrás que esperar un poco. Al final verás que la soledad no es mala, si la aceptas y te fundes con ella.

Se puede empezar por los lugares más aptos: el cuarto de baño, el café, la biblioteca. Lugares en que es posible sentarse y leer el periódico, en que es posible obtener la dósis necesaria de cafeína, y sentarse y quedarse allí. Lugares en que es posible perderse en el laberinto de las estanterías y sentir el olor de los libros. Allí se está a salvo, pues nadie espera que hables.

También está el gimnasio. Si eres tímida puedes concentrarte en los espejos, y ponerte los auriculares. Y luego está el transporte público, porque todo el mundo tiene que ir a alguna parte…y la oración y la meditación…A nadie le va a extrañar que te apartes contigo misma buscando un poco de paz y redención.

Empieza por las cosas simples. Cosas que ya tenías de antes, cuando tu vida consistía en intentar no estar solo. La barra de la cafetería. Allí estarás rodeado de “chow-downers”. Gente que trabaja y solo dispone de una hora para comer,  mujeres que trabajan en la ciudad… gente que, por tanto, está tan sola como tú. Resiste la tentación de estar pegado al móvil mientras tanto.

Cuando le hayas pillado el gusto a tomar el almuerzo y luego irte, invítate a ti misma a cenar fuera. En un restaurante con manteles de hilo y vajilla de plata. A la gente le intriga ver a una persona sola tomándose el postre y rebañando la nata del plato con el dedo. De hecho, algunas de las personas sentadas en las mesas repletas estarían encantadas de estar en tu lugar.

Ve al cine. Allí se está tranquila y en la oscuridad. Sola en tu butaca, en medio de un montón de gente que después se irá marchando. Y luego, vete a bailar a un club donde nadie te conozca. Quédate fuera de la pista hasta que las luces te vayan convenciendo para entrar, y la música se te revele. Baila cuando nadie te vea… porque lo más probable es que nadie te esté mirando. Y si lo hacen, piensa que es con la mejor de las intenciones. Después de todo, la forma en que los cuerpos se mueven con el ritmo es algo hermoso y conmovedor. Baila hasta que estés sudando, hasta que las gotas de sudor te hagan pensar que la vida es bella, baila hasta que el sudor se deslice por tu espalda como un arroyo de bendiciones.

Ve sola al bosque; los árboles y las ardillas estarán muy atentos a tus pasos. Visita ciudades que no conoces, deambula por sus calles, allí siempre hay estatuas con las que hablar y bancos para sentarse y conocer a otra gente con la que compartir un poco de existencia, aunque sea un minuto. Esos momentos pueden ser reveladores, esas conversaciones en bancos solitarios que nunca habrían existido si tú no hubieras estado allí.

La sociedad tiene miedo de la soledad. Ya se sabe, los corazones solitarios se consumen en los sótanos,… vas a tener problemas si, después de un tiempo, nadie quiere salir contigo. Pero estar sola es ser libre, respirar más ligero y ampliamente. La soledad solo se cura estando sola.

Podrías levantarte, dejarte envolver por la masa o dejarte llevar por la mano de una pareja, veros a ambos cada vez más lejos en la busca sin fin de compañía. Pero no hay nadie en tu mente y por ahora es el momento de traducir tus pensamientos, para que no se pierda su esencia o tal vez tan solo para seguir adelante.

Puede que el interés esté en amarse a una misma, puede que todas esas frases cursis que nos acompañaron de preescolar a secundaria no fueran más que formas de mantener a raya la soledad. Porque si eres feliz contigo misma, eso significa que la soledad es tu bendición y que estar sola está bien.

Está bien que nadie piense como tú. Toda experiencia es única, nadie tiene las mismas sinapsis, nadie puede pensar como tú, no te preocupes por eso, mantén a tu alcance todas las cosas mágicas e interesantes de la vida.

Y eso no significa que no estés conectada, no quiere decir que la comunidad no esté presente, significa tan solo que tu punto de vista es el de una persona que está consigo misma, …con lo que eso conlleva. Calla y respeta el silencio. Si ejercitas un arte que requiere de práctica, no lo descuides. Si tu familia no te entiende, o no te van las sectas religiosas, no te obsesiones. Puedes estar en un momento acompañada si hace falta. Si tienes el corazón roto, sácale el mejor partido. Hay calor en el hielo, da de ello testimonio.

(Tanya Davis)

 

Que pueda yo fluir…

A drop of water plunges into a body of water, creating a ripple effect

Creo en todo lo que aún no se ha dicho.

Quiero liberar lo que espera dentro de mí

para que lo que nadie se ha atrevido a desear

por una vez pueda surgir con claridad sin que yo lo

haya maquinado.

Si esto resulta arrogante, perdóname Dios,

pero es que lo necesito decir.

Ojalá que lo que haga fluya desde mi como un río,

sin forzar y sin retener,

así como hacen los niños.

Entonces, en estas corrientes que crecen y menguan,

estas mareas profundas que se van y regresan,

te cantaré como nadie lo ha hecho,

fluyendo por canales cada vez más grandes hasta el

mar abierto.

      (Rainer Maria Rilke)