Mindfulness y Movimiento Slow

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Hoy más que nunca, el ser humano vive inmerso en una particular carrera contra reloj en la que controlar el tiempo determina nuestra existencia.
En una línea de trabajo coincidente con la disciplina Mindfulness,  el Movimiento Slow
promueve la práctica del “aquí y ahora” permitiendo a la persona ser dueña de su tiempo, de sus actos, de sus pensamientos y emociones, sin dejarse atrapar por la vorágine de querer hacer aquello que no se sabe o que no puede por falta de tiempo o de recursos provocando el estrés y sus fatales consecuencias.
El Movimiento Slow es una corriente social y cultural que promueve ralentizar la hiperactividad que define nuestra era y que propone tomar el control del tiempo, más que someterse a su tiranía, dando prioridad a las actividades que redundan en el desarrollo de las personas, encontrando un equilibrio entre la utilización de la tecnología orientada al ahorro del tiempo y tomándose el tiempo necesario para disfrutar de actividades como dar un paseo o compartir una comida con otras personas.
Los seguidores de este movimiento creen que, aunque la tecnología puede ser de gran ayudapara conseguir el bienestar, esta debería de estar al servicio de las personas.
La actual tendencia a dedicar las 24 horas del día a pensar en términos de producción ha
perturbado la tradición de dedicar 8 horas al día a trabajar, 8 horas a dormir y 8 horas a tareas que nos enriquezcan como personas. El movimiento Slow reacciona contra ello mediante la exaltación de los valores de disfrutar y saborear la vida, valores coincidentes con los resultadosque proporciona la práctica del Mindfulness.
El enfoque del Movimiento Slow coincide con la práctica del Mindfulness al promulgar ser selectivos en la forma de actuar y en ser plenamente conscientes de cómo invertimos nuestro tiempo.

( Resumen de la ponencia de Javier Lozano Pérez, en el I Congreso Mindfulness de Zaragoza. 2014)

 Bibliografía:
– Elogio de la lentitud. Carl Honore.
– Elogio de la pereza. Tom Hodgkinson.
– El cuarto de costura. Oscar Fernandez.
http://www.slowdownnow.org
http://www.slowfood.com/

 

Potenciar la alegría de vivir

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Se puede considerar semejante al entusiasmo. La alegría es la gasolina que mueve el motor, es la fuente de energía que nos permite llevar a cabo nuestros proyectos. En la constelación de la alegría giran el amor, la esperanza, la confianza, la felicidad, la gratitud,…

La persona alegre valora y sabe apreciar las cosas, y para que eso ocurra debe darse cuenta de las cosas maravillosas de la vida.

No obstante lo habitual es encontrarse obstáculos a esta emoción, como el enfocar demasiado la mirada en lo negativo, la dispersión de la atención o la saturación de objetos o emociones. La alegría pide sobriedad, atención y dejar fluir.

El mal humor es la pérdida de control de las emociones. A veces se mezcla el cansancio con la irritación, se crea descontento, dejando las personas de ser amables consigo mismas y los demás.

Disfrutar el presente

En esta vida moderna, estamos generalmente trabajando, estudiando, haciendo cosas para conseguir llegar a algún sitio.. Parece que lo más importante ocurrirá en el futuro, de modo que rara vez vivimos en el presente.

Saber disfrutar de lo bueno de la vida es uno de los principales ingredientes de la felicidad. Mucha gente solo entiende lo que es realmente disfrutar, después de superar síntomas dolorosos, después de un buen susto, o de toparse con la mortalidad.

Podemos considerar que disfrutar tiene un componente pasado, presente y futuro. Se disfruta del pasado rememorando momentos especiales. Se disfruta del presente viviendo de verdad el momento, saboreándolo y siendo consciente. Se disfruta del futuro cuando lo esperas y lo imaginas positivamente (esto es un componente del pensamiento optimista).

Los investigadores definen disfrute como los pensamientos o comportamientos capaces de generar, intensificar y prolongar el placer. Cuando te detienes a oler las rosas en el camino, y tomas conciencia de ello, estas disfrutando.

Según la investigación, las personas que tienden a disfrutar tienen más confianza en sí mismas y están más satisfechas.

¿Es posible desarrollar nuestra capacidad de disfrute?

Sí, dedicando esfuerzo y estando motivados a ello. A veces nuestra atención se llena de pensamientos molestos y persistentes sobre el pasado,  presente o futuro. Por otro lado el llamado proceso de adaptación hedonista hace que obtengamos cada vez menos placer al habituarnos a un estimulo agradable. Necesitamos cultivar esta capacidad de disfrute.

Estrategias para cultivar la alegría o disfrute

  • Saborea las experiencias gratas habituales. Toma más conciencia  cuando ocurren los placeres cotidianos y aprovéchalos al máximo.
  • Disfruta y rememora con familiares y amigos. Suele ser más fácil disfrutar compartiendo una experiencia positiva con otra persona. Dedica un tiempo a esta actividad. Está demostrado que incrementa muchas emociones positivas.
  • La reminiscencia positiva es evocar recuerdos positivos y recrearse en los detalles. Es una actividad que aumenta el bienestar produciendo placer por si misma y ayuda a disfrutar más del presente. Además tiende a fortalecer tu sentido de identidad, incrementar la autoestima, tomar conciencia de uno mismo y apreciarse más.
  • Revive los días felices.  Se trata de recrearse con detalles en los acontecimientos de un día muy feliz. No se trata de un análisis mental, sino de revivir sensaciones y deleitarse en ello.
  • Celebra las buenas noticias. Se ha comprobado que compartir éxitos con los demás trae más bienestar y emociones agradables. Felicita a los demás o a ti mismo. Y disfruta de la ocasión al máximo.
  • Permanece abierto a lo bello y a lo admirable. Intenta sentir veneración y respeto. Ello aporta más alegría, sentido y conexión.
  • Desarrolla la consciencia. Las personas muy conscientes del aquí y ahora son modelos de salud mental, tienden a ser más felices y optimistas y a estar más satisfechos con la vida. La práctica de la consciencia corporal, de la respiración, y la meditación son técnicas para desarrollar la conciencia.
  • Disfruta con los sentidos. Presta atención y recréate con los placeres momentáneos y momentos mágicos (un olor, un sabor, un sonido, una vista, etc.)
  • Crea un álbum de recuerdos gratificantes, con fotos de personas, lugares o cosas que más te gustan. Puedes incluir otros elementos significativos, una carta de amor, una receta favorita, el dibujo de un niño, etc. Es una buena estrategia para saborear recuerdos. Además va muy bien revisar el álbum cuando uno necesita animarse.
  • Recréate en recuerdos de antaño, los que hacen sentir el calor del pasado, y generan sentimientos positivos.

Para profundizar: La ciencia de la felicidad, de Sonia Lyubomirsky

Saborear la vida con consciencia

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Los investigadores Bryant y Veroff se refieren al hecho de saborear (savoring)  o disfrutar las buenas experiencias que nos trae la vida, siendo más conscientes de ellas, para lo cual es necesario saber vivir plenamente el momento presente, potenciando su disfrute. Lo cual no significa negar el valor del pasado, ni tampoco renunciar a proyectar el futuro. Lo importante es que nuestras preocupaciones por el pasado o el futuro no nos impidan apreciar el presente.  También podemos incrementar el placer trayendo al presente el placer del pasado (rememorar vivencias positivas) o del futuro (anticipar las cosas buenas que nos puede traer).

Siendo interesante el saborear  para crear emociones positivas, es un aspecto parcial de la atención plena o mindfulness. Vivir de modo consciente implica estar atentos a las experiencias positivas, pero también se aplica a la consciencia de hechos neutros e incluso de vivencias negativas, las cuales  se observan con actitud receptiva, de apertura y  de aceptación, intentando aprender de ellas.