¿Por qué mindfulness usa la respiración como foco de atención?

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Mindfulness es una cualidad de la mente o más bien la capacidad intrínseca de la mente de estar presente y consciente en un momento determinado, en un momento en que cuerpo y mente se sincronizan totalmente en un instante de realidad presente.

Dado que la mente tiene ciertas inercias como los pensamientos automáticos y repetitivos, o evasiones del momento presente hacia el pasado y futuro, etc. necesitamos entrenarla para desarrollar esa capacidad de consciencia.Podemos señalar que la practica de mindfulness más básica es la atención en quietud a la respiración, lo que podríamos llamar práctica formal.  Esto se complementa con una serie de prácticas informales, que se hacen en la vida cotidiana, como andar o asearse – o cualquier otra rutina- de modo atento.

«La respiración es algo aburrido -siempre lo mismo una y otra vez. Probablemente habrá algo más interesante que observar» Este tipo de comentario surge a menudo de gente que comienza el entrenamiento en mindfulness. Habiendo muchas practicas informales útiles que parecen más atractivas -como saborear una fruta o el paseo consciente- es importante cultivar una practica formal de mindfulness, como es la meditación básica centrada en la respiración y practicarla de un modo regular, a diario preferiblemente.

Es interesante tener curiosidad sobre el por qué de la práctica en la respiración, pues aunque experimentemos  incomodidad durante la práctica, eso no le resta utilidad. De hecho, quizás sea útil en parte porque la respiración nos muestra nuestra incomodidad, y los patrones de relación que la perpetúan. Mejor que buscar otra práctica de mindfulness más interesante, podemos considerar los posibles beneficios de permanecer con la respiración. Citemos unos pocos:

  • La respiración no trata de llegar a ninguna parte. Dentro, fuera… dentro,  fuera. La respiración no está enfocada en mejorar algo, ni en ser más eficiente, ni en conseguir un fin. Mientras la permitimos, la respiración simplemente hace lo que hace. Es una función vital natural, automática, que podemos hacer consciente en un momento dado. Igual que al respirar, en la vida podemos aprender del ritmo y naturalidad con que la respiración continúa su trabajo y sigue fluyendo
  • La respiración nos enseña resiliencia. La mayor parte del tiempo la mente está divagando, o bien atraida por algo, 0 bien  evitando alguna experiencia desagradable, o persiguiendo algo grato.  Somos propensos a ser arrastrados por cualquier viento, golpeados por los altibajos de la vida. Entrenandonos en prestar atención amable y precisa a la respiración, volviendo a ello una y otra vez, cultivamos una fortaleza que nos permite estar presentes, más calmados, cuando aparece la dificultad o la tentación. Las distracciones siguen viniendo, pero ya no estamos tan perdidos en ellas. Esta es una clave para el bienestar, y la aburrida respiración ofrece una herramienta simple, regular y disponible para practicar y aprender de ella.
  • La respiración ocurre en el cuerpo. Para aquellos que estamos habituados a experimentar todo desde la cabeza, la respiración nos invita a bajar el centro de gravedad. Dejamos de pensar por un tiempo y bajamos al vientre. Sentimos la textura del respirar, su ascenso y descenso, y las sensaciones físicas de movimiento que la acompañan. Esto ayuda a sincronizar cuerpo y mente, trayéndonos más hacia un estado de experimentar el momento presente. Cuando sentimos la respiración, sentimos la esencia de estar vivos. Esto generalmente nos hace sentir bien, incluso cuando pasamos tiempos duros. Como dice Kabat-Zinn: Si estás respirando, hay más de acierto en ti que de error.
  • La respiración es siempre cambiante. ¿Estoy prestando realmente atención a la respiración, o la pretendo controlar? ¿Es esta respiración  igual a la anterior, o sutilmente diferente en duración, textura e intensidad? Cuando te abres a las sensaciones reales del respirar quizá no sea tan tedioso.¿No es algo maravilloso que podamos mantener la vida en cada momento a través de este proceso misterioso de inhalación y exhalación, de oxigenación y bombeo de sangre, del aire llegando a todas las células del cuerpo?  ¿No es asombroso que haya aire para respirar, un cuerpo que lo haga, y una mente que lo observe? Cada momento que nos interesamos en el proceso de respirar, nos entrenamos en desarrollar la curiosidad. ¿Quizá otros aspectos de la vida también contengan joyas que nos perdemos o valores que desestimamos con facilidad?
  • Tu no respiras: la respiración te respira. No estamos al mando de la respiración, o al menos, no mucho. Podemos observar como la respiración es afectada por los estados emocionales, y podemos dirigir o controlar momentáneamente la respiración para lograr ciertos efectos en nuestra mente. Al mismo tiempo, con práctica, es posible aprender a alinearse con la respiración, moviéndose amablemente con ella, mientras se le permite espacio para que fluya con su propio ritmo y profundidad.  Esto es buen entrenamiento para el  reto de la vida, sobre la cual   tenemos solamente un control parcial.
  • La respiración nos invita a descansar y recuperarnos. Cuando nuestros ancestros se enfrentaban con un ataque de depredadores, la respiración se aceleraba y los músculos se tensaban en preparación para la huida o la lucha. Si se sobrevivía al ataque, entonces seguía un período de descanso y recuperación, la respiración se enlentecía y el cuerpo recuperaba el equilibrio. Las mismas reacciones ocurren hoy día en nosotros, excepto que muchas amenazas que enfrentamos son crónicas y continuas (trabajos estresantes, vecinos ruidosos, enfermedades largas, etc) y nuestros cuerpos quizá no tengan oportunidad de volver al equilibrio. La quietud y el espacio de mindfulness en la respiración nos permite acceder a ese estado de recuperación, practicando un tiempo lejos del ritmo frenético de actividad y preocupación en que muchos viven. La atención regular a la respiración puede salvarnos de la sobreexcitación y el colapso.

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Traducido e inspirado en el artículo publicado en Mindfulness Journal  Mindfulness begins with breath

(Para complementar te sugiero este artículo sobre las Inercias mentales)