El humor es el salvavidas en el río de la vida (W. Raabe)
Gran parte de los problemas humanos tienen su origen en la excesiva seriedad e importancia con la que tendemos a tomarnos a nosotros mismos, a los demás y a la vida en general.
Un sentido del humor saludable, e igualmente la risa, pueden ser herramientas valiosas de autoprotección para desenvolvernos de modo efectivo con el estrés en todas las etapas de la vida. Las actitudes humorísticas proporcionan perspectiva y contribuyen a que encontremos con más facilidad alternativas diferentes ante una situación: La habilidad para reír en determinadas situaciones o problemas nos da un sentimiento de control y de poder. Por otro lado, el humor y la risa nos ayudan a llevar una vida más agradable y a reducir los conflictos interpersonales. Es cierto que el sentido del humor no resuelve todos los problemas, no repara las pérdidas, pero ayuda a superarlas.
Algunas personas piensan que el sentido del humor -SH- es algo que se tiene o no se tiene. Pero en realidad tenemos un amplio margen de maniobra para contribuir a mejorar el sentido del humor y el optimismo.
Se ha intentado definir el SH, resultando difícil llegar a un acuerdo. Pero después de una amplia encuesta se ha relacionado el buen SH con diferentes estrategias y habilidades, como:
- Crear humor, poner en juego el ingenio, percibir o encontrar el lado gracioso, ridículo o irónico de las cosas o las personas.
- Reír con frecuencia, reírse de uno mismo, voluntad de tener buen ánimo.
- Actitud positiva ante la vida y los problemas
- Relacionarse positivamente con los demás. Promover el humor y la risa, así como apreciarlo en otros.
Por el contrario las personas que se puntuaron bajo en SH se describen como personas con exceso de control, de responsabilidad, que se toman la vida demasiado en serio, etc.
De la experiencia cotidiana podemos deducir que las personas difieren en varios aspectos en relación con el SH. Los más destacables podrían ser: el tipo de estímulos humorísticos que la gente encuentra divertidos, o la frecuencia con la cual las personas sonríen, se ríen o manifiestan conductas de humor. También se dan diferencias en la habilidad para crear humor o en la habilidad para tomarse más o menos en serio y reírse de las propias deficiencias o de lo que nos sucede, sobre todo si la situación es adversa.
Hay una parte del SH relacionada con la creatividad. La creación de humor por lo general lleva implícita la asociación de dos o más ideas diferentes, inesperadas, que rompiendo la lógica producen un vuelco a la situación. Es lo que se llama incongruencia. Se han señalado dos dimensiones del humor: la capacidad de crearlo y la capacidad de apreciarlo. Una persona con SH puede tener una u otra dimensión o bien las dos.
La risa es una respuesta fisiológica al humor al igual que la sonrisa, siendo la diferencia entre ambas tanto cuantitativa como cualitativa.
La risa y el SH constituyen las dos caras de una moneda y se influyen mutuamente. El estado de animo mejora a medida que la persona ríe más, de modo que está más abierta a la búsqueda del humor y viceversa.
Para profundizar: El sentido del humor. Manual de Instrucciones. (por Eduardo Jauregui)
Coincidototalmente y me lamento por las dificultades que tengo para reir. Es mas facil sonreir y pienso que en muchas situaciones conlleva mas sinceridad. Todo muy bueno