Un día normal de la semana. la distribución del tiempo de muchas personas podría ser así:
- 8 hs. en la oficina/negocio/estudios
- 8 hs. de sueño
- 1 y 1/2 hs. de desplazamientos
- 1 y 1/2 hs de comida/desayuno/cena
- 1 h. de descanso a lo largo del día
- 2 hs. de vida familiar/actividades diversas
Sumando, ya se han ido 22 horas. Nos quedan con suerte 2 horas, a menos que tengas niños pequeños u otra circunstancia que absorba tu tiempo. Te propongo dedicar 1 hora completamente a ti mismo, a tu yo interior. Para ello deberías desconectar televisión, móvil, internet, redes sociales. Encierrate si es preciso, de modo que nadie te pueda molestar.
Podrías hacer actividades de tu gusto como leer, realizar un hobby, hacer deporte, contactar con la naturaleza, ver un documental educativo, etc. Cuidarte te hace sentir mejor, y está bien cultivar nuestras aficiones.
Pero lo que yo te propongo es una práctica de interiorización :
- Actividades como la meditación, el yoga, pranayama, oración o reflexión sobre textos espirituales..
- Escribir un diario personal, que refleje tus experiencias, sueños, metas, sentimientos. También sirve para cultivar rasgos beneficiosos como la gratitud.
- Sentarte y relajarte, y reflexionar sobre tu vida y necesidades.
Es importante que lo que hagas sea sin expectativas. Deja que aparezca lo que sea, quiza talentos ocultos, sentimientos profundos… Estas profundizando en tu interior y tomando conciencia. Deja que tu vida fluya y confía.
Si estás ya cultivando esto, quizá te sea útil la siguiente propuesta, si no lo haces aún:
- Implícate en alguna actividad altruista, date la oportunidad de compartir con otros seres humanos. Observa que dar y recibir son complementarios.
- Haz algún voluntariado en alguna asociación o on-line. Hazlo sin expectativas. Cuando ayudas a alguien te ayudas a ti mismo.
Si no tienes disponible una hora, empieza con 15 minutos y ve añadiendo minutos cuando sea posible. Es mejor empezar con poco que demorarlo para un futuro incierto. Lo más importante es crear un hábito, dejar un espacio, un tiempo para el ser o para el servicio.
Agustín Prieta 