En nuestra vida cotidiana, motivados por múltiples obligaciones y deseos, generalmente estamos haciendo cosas, pero en algún momento inevitablemente vamos a tomar contacto con nosotros mismos. Solos, sin hacer nada, a muchos les asalta un cierto vacío.
Es frecuente ver como las personas se distraen de sí mismas, generalmente a través de evasiones tan comunes como el futbol, la televisión o internet. Que la industria del entretenimiento (cine, videojuegos, deportes-espectáculo, etc.) sea tan rentable, nos lleva a considerar cómo el ser humano busca ávidamente la evasión. Que el negocio de las drogas, legales e ilegales, sea el que obtiene más beneficios, nos hace pensar como huye el ser humano de sí mismo.
Según las estimaciones parece que los españoles pasamos una media de 4 horas al día ante la televisión, y todavía más tiempo navegando por internet. Nuestro tiempo de ocio primordial parece que es principalmente estar sentados ante una pantalla –pantallismo-. Los sociólogos hablan de la era de la distracción, y algunos opinan que estamos entrando en la era del homo evasivus, el hombre que se evade de sí mismo.
Pero, ¿por qué necesitamos tanta distracción? ¿Quizá para compensar un trabajo que no nos llena o una vida insatisfactoria? No se trata de condenar la diversión, ni el consumo, ni el trabajo. Se trata de reflexionar si son medios para huir del mundo interior o del malestar vital o son elecciones conscientes que hacemos para disfrutar más de la vida. La clave es darnos cuenta desde dónde tomamos la decisión.
¿Qué sentimos a solas y en silencio? ¿por qué cuesta interiorizar o meditar y preferimos entretenernos en cualquier otra cosa?
Si nos observamos quizá podamos detectar un malestar, o una variante que se llama aburrimiento (que viene de la palabra latina abhorrere que significa tener horror dentro) Para escapar de ello muchos nos orientamos a la diversión (que viene de divertere, que significa alejarse, desviarse de algo penoso.
Pero aburrirse no es tan malo. Hay psicólog0s que sostienen que es una emoción humana inevitable, que debemos aceptar. Necesitamos tiempo muerto y alejarnos del bombardeo constante de estímulos que nos viene de todas partes.
Otros consideran que es una emoción adaptativa antecedente de la creatividad. Cuando estamos aburridos buscamos nuevas salidas, casi siempre mejores que las disponibles.
(inspirado en un artículo de Borja Vilaseca, en el País)
me gustó saber el significado de aburrimiento y divertimento. huelen a lúgubre vacío, pero taambién me mueven a la levedad, gracias, adoro tus artículos