La montaña de la meditación

Las diferentes técnicas de meditación son solo diferentes caminos para subir a la misma montaña.

Podríamos comparar  el viaje de la  meditación con  la aventura de escalar una montaña. Mucha gente ha estado  subiendo la montaña de la meditación durante miles de años . Como resultado abundan los mapas y relatos, cada uno con su versión y recomendaciones.

Podemos considerar entonces el ascenso hacia la cumbre como un camino de consciencia, autoconocimiento y desarrollo,  y la cumbre como una metáfora de la conexión espiritual y la plenitud recobrada.

 Aunque se dice que en la montaña de la meditación, el camino es la meta,  según relatan los que lo han recorrido  se accede a la fuente de todo amor, paz, sabiduría y dicha.  A lo que algunos llaman Espíritu, Naturaleza Verdadera o el Ser; otros se refieren a Dios, el Misterio, o simplemente el Uno. Algunas tradiciones lo consideran tan especial que dudan en darle un nombre, pues se considera inefable, más allá de los conceptos. En cuanto a la experiencia  de conectar con esa fuente (¿alcanzar la cima?)  se utilizan términos como iluminación, despertar, unión…

Podríamos decir, continuando con la metáfora, que se accede a una fuente inagotable, de la que mana el agua pura del Ser, (o espíritu o  amor incondicional),  pero no es preciso subir hasta la cima para disfrutarla. Se puede contactar con el Ser en todas partes, porque es la esencia que constituye la vida. Cuando meditamos nos acercamos a esa fuente y aprendemos a reconocerla; las diversas personas utilizan diferentes términos para describir el sabor del agua, tales como silencio, paz, claridad, compasión, bienestar, etc. No importa dónde nos dirijamos en este viaje, de todas formas tarde o temprano vamos a probar su sabor.

Seguramente hoy día la mayor parte de los meditadores noveles en principio no se plantean o  consideran la conexión espiritual como fin de su práctica, sino que sus motivos son diversos. El propósito inicial suele ser reducir el estrés, potenciar la curación  de una enfermedad,  regular las emociones, calmar la ansiedad, mejorar la concentración, etc.

Todo está bien si transitamos en el camino de la consciencia, si  más seres humanos se incorporan a esta ruta hacia la Luz.